CARGOL POATER, SALVADOR
En España se quiere muy poco al invierno. La enorme proyección turística ha expandido una psiscología veraniega más allá de los meses de calor, ha generado inercias de anuncio de cerveza durante todo el año y casi nos ha hecho creer que vivimos en un territorio sin inviernos.
Para comprobar si aún existe un país ajeno al " modo verano ", el autor emprende un solitario viaje por tierras del Miño, el norte de león y Palencia, las tierras altas del Duero, el sistema ibérico, el valle del Jiloca, el Maestrazgo y la llanura del Segre.
En el camino encuentra un paisaje de campos sin labrar y pastos de altura, ríos de aguas oscuras y bosques alfombrados de nieve, piedras que fueron casas y pueblos aletargados donde las últimas chimeneas ya han dejado de humear.
Viaje al último invierno explora la profunda huella que el frío, la nieve y la niebla han dejado en la piel de este país. Itinerarios posibles para descubrir la España fría y componer un singular retrato meteorológico, paisajístico y humano