RICARDO MARTINEZ LLORCA / MARTINEZ LLORCA RICARDO
Luis Amadeo de Saboya, Duque de los Abruzos, es uno de los grandes representantes de la
generación de exploradores que ampliaron el espectro de la belleza del mundo, junto con
hombres como Nansen, T. E. Lawrence o Mummery. El Duque de los Abruzos, hijo de Amadeo I
de Saboya, por un breve periodo rey de España, tuvo una vida intensa donde la aventura y los
ideales siempre estuvieron presentes. En 1909 intentó la segunda montaña más alta del
mundo, el K2. No consiguieron llegar a la cima, pero aquella aventura fue el trabajo de
exploración más importante llevado a cabo hasta entonces en el Karakorum, batiendo un
récord de altitud que se mantuvo hasta las expediciones de Mallory al Everest en los años
veinte. Como afirma Sebastián Álvaro, en su interesante texto sobre el Duque que completa
esta novela, para este gran alpinista y explorador «
nada va a ser un obstáculo que no pueda
vencerse con una mezcla de inteligencia, trabajo y audacia. Mar y montaña, regiones polares y
tierras tropicales, exploración, ciencia y alpinismo, todo va a caber dentro de la organizada
cabeza de Luis de Saboya». Mi deuda con el paraíso es una novela que reproduce su última
expedición africana, el único motivo por el que podría abandonar su proyecto altruista en
Somalia, donde consiguió hacer crecer arroz en terrenos baldíos para alimentar a miles de
personas. Narrada por quien fue su ayuda de cámara, que rememora los hechos ochenta años
después, agonizando en una pensión de Madrid, intercala la ficción con la biografía del Duque
y la representación de toda una época histórica. Es una obra de intriga, de desamor, de
aventuras y del crepúsculo. Un lamento por un mundo al que ya no conoceremos virgen a no
ser a través de homenajes a estos héroes de los confines del planeta.