Es resistente. Al estar realizado en tejido, este no se va a romper por los pliegues, algo muy frecuente en los mapas de papel.
Es sostenible. El material proviene de plástico de botellas recicladas, por lo que es 100% reciclado y reciclable.
Se puede mojar. Evitando tener que llevar el mapa protegido dentro de una bolsa de plástico.
Es flexible. Puedes atarlo a la mochila, a la muñeca o donde quieras para poder consultarlo de manera cómoda y rápida durante la ruta.
Se puede marcar. Con un rotulador (no permanente) puedes marcar el recorrido, zonas de agua, pasos más relevantes
y al finalizar la ruta, puedes lavar tu mapa para borrar las marcas
Es ligero. Cada mapa pesa 55gr aproximadamente.